Salimos a la calle y todo lo que nos rodea son indicios evidentes de que se aproximan un año más las Fiestas de Navidad, observamos los escaparates decorados, los Portales de Belén, las colas interminables en las Administraciones de Lotería, la compra de exquisitos manjares para los días en que se festeja con la familia y con los amigos, el envío de christmas, las felicitaciones por internet, la compra de abetos navideños con sus correspondientes adornos...pero ¿y el auténtico espíritu navideño?, ¿dónde queda?, ese en el que Asociaciones y ONG se vuelcan con campañas para ayudar a los más necesitados, a aquellos para los que la Navidad es poco menos que una utopía. Ese momento de compartir, de mirar algo más que nuestro propio ombligo y abrir las manos para repartir, pero no lo que nos sobra, sino lo que compraríamos para los nuestros. Pasar un poco de tiempo con aquellos que más nos necesitan, y sentir que ese tiempo es el más hermoso que has vivido. A veces, lavamos nuestras concienc...
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Cuando un beso tuyo rompe, como las olas restallando contra los acantilados, el aroma a salitre y a mar inunda las estancias de mi casa, estremeciendo mis sentidos llenos de música.
Es un beso. Un simple beso. Es una caricia que eriza mis cabellos de la misma manera que tu voz al pronunciar mi nombre. Es un terremoto que agita brusca y súbitamente mi alma.
Es un beso, un sencillo y escueto beso… Y la humedad de tus labios refresca como a un viajero un manantial en el desierto. UN sofoco, una arritmia, un desvanecimiento… Y me siento en la nube de tu lengua divisando el horizonte, esperando al amanecer, deseando ver al sol en su cénit.
Es un beso, es un simple beso que me empuja a tu regazo, que me abraza y no me abarca, que me invita, que me anima. Y siento cómo mi cuerpo yace entre las olas, ahí en las playas de Utopía, como un viajero náufrago, perdido y abandonado a merced de la marea.
Y es un beso, un simple beso que incita a mi mente: El sonido de un piano, el humo del tabaco; son mis manos manchadas de tanto escribir que desean abrazar y acariciarte como un padre a su neonato.
Es un beso, un simple beso; tan menospreciado por tantos amantes como anhelado por mi boca. Un beso exprimido que se prolonga en el tiempo estirándolo y deformándolo, que me lanza al vacío despidiéndome hacia lo alto para después aterrizar en un prado de jara primaveral, con el vals que nos brindan las golondrinas.
Y abro los ojos despertándome de mi sueño, mirándote a la cara, observando tus ojos azules, y cayendo en la certeza de que solamente ha sido un beso, un simple y sencillo beso.
"El hechicero"