OVIEDO

Mi paisaje hoy, se ha tornado de una diferente gama de verdes, he llegado al Principado de Asturias , en concreto , a OVIEDO, que es donde voy a hospedarme durante tres noches, parece increíble como nada más pisar esta zona, parece que entras en otro mundo, es como si apareciesen ante ti, esos maravillosos y encantadores bosques de los cuentos que nos leían de pequeños, y en cualquier momento fuesen a salir duendecillos y hadas de en medio de esos frondosos árboles y esos impresionantes paisajes que parecen salidos del pincel del más sublime de los pintores.
Por otro lado, los ovetenses que he tenido el enorme placer de conocer son personas realmente encantadoras y afables, y que te hacen la estancia mucho más amena y divertida.
Tanto Oviedo, como el resto de los pueblos que he tenido el gusto de recorrer mientras me he encontrado allí, eran de una hermosura sin igual.
Por supuesto, ni que decir tiene que había una visita que era casi de rigor indispensable, la de la Basílica a la Virgen de Covadonga, un lugar de devoción para visitantes tanto del lugar como para devotos tanto de todos los puntos del país como del extranjero, bello lugar de recogimiento para un rato de oración, o un rato de reflexión para aquellos que no sean tan devotos, situado en un paraje realmente especial.
Por supuesto, unido a su parte de la Historia, porque junto a la Virgen, podemos encontrar una figura de Don Pelayo, famoso Rey visigodo que fue quién comenzó la Reconquista de nuestro país precisamente en el lugar mencionado.
Tampoco se marchen sin haber subido a visitar los dos impresionantes lagos Enol, y Ercina que se encuentran en el Parque Natural de los Picos de Europa, es una imagen para la memoria, se lo aseguro, y no solo los lagos, sino, toda la subida de la carretera hasta llegar a ellos y los diferentes miradores que hay hasta llegar arriba, como por ejemplo," El mirador de la Reina".
Volviendo de nuevo a Oviedo, podemos visitar su casco histórico que tiene una preciosa catedral, al igual que innumerables iglesias, y en sus callejuelas podemos encontrarnos cantidad de lugares para que los turistas puedan comer o simplemente tapear unos pinchos.
Pero eso si, jamás se les ocurra tapear, sin acompañar esos pinchos de una sabrosa y exquisita sidra, bebida típica del lugar, que los mozos del lugar escancian con un arte sin igual, así que, háganme caso, sin van por Oviedo, es algo que no se pueden perder.
Aquí les dejo unas fotos del lugar, antes de continuar mi viaje. Deseo que les guste.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ese tren llamado "vida"