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Mostrando entradas de enero, 2009

DAVID PALMERO - ONE

SI ERES DE LOS QUE VIVEN LA MÚSICA, SIÉNTATE, RELÁJATE, Y PREPÁRATE PARA DISFRUTAR.

EL JUEGO DEL ÁNGEL

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Si tuviese que elegir en estos momentos un libro como fiel compañero en estas largas tardes de invierno, sin duda alguna escogería, "El juego del ángel" . Su autor, Carlos Ruiz Zafón. Si su obra anterior fue un rotundo éxito literario, éste no se está quedando atrás. Nuestro autor, vuelve de nuevo a llevarnos de su mano por las calles de una Barcelona que resulta enigmática, misteriosa, e incluso me atrevería a decir que en ocasiones siniestra, llena de fachadas sorprendentes y adornadas de extraños dragones y personajes fantásticos e imaginativos, que no son más que enormes palacetes que ocultan en su interior extrañas historias aún por desentrañar, ocultas entre habitaciones cubiertas de polvo y recuerdos esperando a ser desenterrados. En esta ocasión es de un escritor, David Martín, de quien nuestro autor nos lleva de comienzo a fin en esta maravillosa e increíble historia. David, es un hombre enamorado de una mujer que será el amor imposible de su vida. Y que en la búsqu

¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN?

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Dicen que en este país impera la libertad de expresión, ¿y dónde está? Lo digo, porque últimamente, a una conocida cadena televisiva, la Sexta, la han sancionado para que no pueda emitir imágenes de otra cadena de la competencia, Telecinco. Y ahora, ha sido también, la Cuatro, la que se ha subido al carro de dicha demanda para intentar también conseguir dicha sanción. Es evidente, que el humor, y el sarcasmo bien llevado, simplemente con fines de entretenimiento, en este país no se entienden demasiado bien. Para algo que hay en la parrilla televisiva que merece la pena ver, lo fríen a demandas. Sin embargo, si que estamos obligados a ver programas a los que llevan como invitados a personas famosas, o a vampiros que viven de ell@s, y a los que un grupo de mal llamados periodistas del mundo de la prensa rosa, se dedican a ofender, insultar, manipular hasta la extenuación entre aplausos y silbidos de un público amaestrado como monos de feria. ¿Eso no es demandable? Pues francamente, podía