Renovarse o morir

Hay momentos en la vida de una persona en que surgen preguntas del tipo...

Es éste el final?, ha concluido esta etapa de mi vida?, quiero seguir adelante?, realmente merece la pena seguir peleando por ésto?, sigue siendo lo más importante de mi vida para mi al día de hoy?

Nunca es fácil encontrar esas respuestas, nadie nos enseñó nunca que cerrar puertas sea sencillo, que iniciar nuevos caminos sea la salida correcta, quién sabe, tal vez sólo sea una huida hacía ninguna parte...

Intentar buscar otros momentos, vivir otras circunstancias, conocer a otras personas, tal vez, eso ayude a nuestro enriquecimiento, a nuestro desarrollo como personas, a no quedarnos siempre estancados en ese laberinto por el que nos movemos como niños perdidos sin encontrar soluciones.

Pero de fondo, siempre esa duda, esa pregunta que nos atormenta....Somos capaces de tomar esa decisión?, qué nos lo impide?, la costumbre?, el miedo?, el entorno?, la esperanza de un cambio que nos haga resurgir a veces de esa desidia en que nos encontramos?

¿Qué es lo que a una persona le devuelve la ilusión?...A veces, simplemente son esos pequeños detalles de cada día, esa sonrisa, esa mirada tierna, entrelazar los dedos con alguien que es importante para ti, ese café con una amiga, la lectura de ese libro que aporta nuevas ideas y te hace reflexionar....y de pronto, la luz vuelve a entrar por nuestra ventana como si del amanecer más hermoso se tratara.

La vida es eso, pequeños detalles que hacen que nuestro día a día sea mágico, especial...

Si nos falta eso, todo se resquebraja, y hasta la torre más sólida del mundo se viene abajo.
Esperar grandes cambios es en muchos casos caer en el absurdo.
¿Pero qué o quién hará que la luz vuelva a entrar por nuestra ventana?