Magic Comedy

Esta noche pasada, he tenido la increíble suerte de pasar una noche divertida y mágica.
He podido asistir a un espectáculo de magia cuyo protagonista era Alberto Figueiredo, un mago que ha realizado una serie de trucos realmente impresionantes para deleite y asombro de pequeños y mayores.
Todos los niños se volvían locos cada vez que el mago pedía un voluntario para subir al escenario, y los padres eran sacados como "voluntarios obligados" a formar parte del espectáculo, pero todo hay que decirlo pese al miedo de hacer el ridículo, los padres se han divertido tanto o más que los niños.
Han sido unos minutos de carcajadas, y exclamaciones de asombro, acompañadas de grandes aplausos que sin duda merecía el citado mago. Ese mundo maravilloso de la magia que consigue extraer de los niños su mejor sonrisa, y que hace recordar a los padres, que una vez fueron niños y que aún se les puede sorprender.
El teatro parecía plagado por completo de niños, porque no parecía existir diferencia de edad entre los asistentes. La magia, tiene la capacidad de divertir e impresionar, pero además este mago ha acompañado su magia con una serie de breves comentarios que hacía que el teatro se volcara en carcajadas.
Esa es la verdadera magia, la de conseguir que pequeños y mayores disfruten al unísono, y olviden por unos minutos las circunstancias y los problemas que envuelven nuestro día a día. Ninguno deberíamos olvidar que en la Magia, se esconde una pequeña parte de nuestra infancia.

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